Díos mío :
Vos habéis decretado
mi muerte
desde la eternidad :
yo la acepto
desde ahora
con todo mi corazón
en el modo y manera que vuestra Divina Majestad ha dispuesto,
y acepto también
todos los dolores
que la han de acompañar ;
los uno a los tormentos y a la muerte de Jesucristo, y
os los ofrezco,
en satisfacción
y penitencia de mis pecados.
( Es del "Piadoso Ejercicio para Alcanzar una Buena Muerte",
para situar un poco esto del Via Crucis; ambos dos textos están como apendices en el librito que tengo de las Visitas.
Y porque las pegatinas del aniversario de la evangelización de America le van como anillo.
De los kioskos de flores de la rambla de las flores. )
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