Morir por mi
Vos
habéis querido
morir por mi
es vuestra decisión, tomada libremente, vuestro suicidio tramposo, que presciencia resurrección al tercer día, previo viaje turistico-glorioso a los infiernos, sabedor del seguro retorno a la Gloria todopoderosa, sentado a la derecha de la otra persona de tí mismo;
es un poco abusivo que San Ligorio nos haga "aceptar y abrazar" la muerte "con todas sus penas y sufrimientos", en esa carta de amor escrita por otro, que pone en nuestros labios ideas que a nadie se le ocurrirían,
porque amores que matan no son buenos, cosa evidente aunque la cante el capuyo del sabina,
sobretodo si es el amante que se ha matado y decidido nuestra muerte el que se va a alegrar de que nos muramos con dolores y sufrimientos innecesarios, para poder perdonarnos.
Eso es un amor verdadero de madero,
dulce Jesús mío,
y un "os amo" pesado.
etcetera.
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