Considera como algunas piadosas
mujeres,
viendo a Jesús
en tan lastimoso estado,
que iba
derramando
sangre
por el camino,
lloraban
de com-
pasión :
mas
Jesús les dijo:
" No lloréis
por mí,
sino
por vosotras
y
por vuestros hijos".
OH afligido jesús mío !
lloro
por los castigos que
me han
merecido,
pero más aún por
la pena que os he dado a Vos, que tan
ardientemente
me habéis amado.
No es tanto el infierno
como vuestro
amor
que me hace
llorar mis pecados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario